Poesia, cuentos y fotografías de César Barretto Luchini. Montevideo,Uruguay. cesarbarretto@yahoo.com.ar 098625057
Ay del amor
que me convoca y aliviana,
que me vuelve el alma al cielo,
que no me deja dormir
pero que sueña
Ay del amor
a mediodía,
el amor Miles
el amor Gismonti
el amor Bach y el amor Piazzolla
Ay del amor en los 100 años de Neruda,
el amor al norte
y al sur el amor a cuatro manos
y a los cuatro vientos.
Ay del amor en las playas con jazmines
con lunas desnudas
perfumando las noches
Ay del amor
que con fuego de rosas
me quema el alma
y sana mis arterias
Ay amor que me sala y que me endulza
Ay amor que me viaja y me regresa
Ay amor de la esperanza y el se puede
ay amor que no perdona la tristeza
y destila alegría contagiosa
Ay del amor que te desata y que te une,
que te nombra y no claudica
ay del amor que te reconoce
y que te anuncia la fe y la locura
Ay el amor y sus sonidos
la música silenciosa de tus besos
la sinfonía atroz de mi latido
quemándote la sangre sin remedio
la bendición azul de los lagartos
dibujando sombras
en las playas del tiempo.
Ay del amor que me has nacido
Ay amor bandera y patria
mi lugar en el mundo
Ay mi amor ahora
y mi amor siempre
mi amor canela y chocolate
mi amor azafrán
mi amor jazmín
mi amor trepando Santa Rita
colibrí dividiendo la mañana en dos mitades
Ay amor de mar
amor borracho y lúcido
amor de pan,amor de uvas,
amor de agua milagrosa y de cerezas,
amor inagotable,
amor todos los días, amor amares,
amor en las esquinas
y en los andenes
en los puertos amor
y en las estaciones
amor y cielo cima del tiempo.
Ay amor que me asalta y me rescata,
amor que me pierde,
ay amor que me vuelve a la vida
y que sorprende.
Ay amor ,ay amor que me has nacido
y que nos pinta en la mirada un arco iris
para siempre.
Ay amor
el infinito,
el efímero
el insondable
el amor a primera alma,a pura primavera
el amor que se espera
el loco, el arborescente el que cautiva
el repentino
el que nos vuelve saludablemente niños
y piratas
el que nos devuelve la paz, el alma y la ternura
y nos reintegra la risa en abundancia.
Ay el amor prodigioso,
el que solo se construye de a dos,
el recíproco y único,
el amor viajero, súbito, esquivo
el amor terco,
ay amor que me inundas,
que nos cimbras,
que nos elevas,
que nos haces otros
para poder ser nosotros y reconocernos
en el puro tiempo del milagro.