Tus manos pequeñas acariciaban la tierra
hundían suavemente las semillas de timbó
en las macetas del vivero
regabas las araucarias y te distraías con las mariposas
luego era hora de jugar con agua con tus hermanos
y el agua era risa y el día era todo sentido y gracia y alegría
Te gustaba mojarte los pies en la orilla del mar
y decir 'hola agua' cuando llegabas a la playa
correr por sobre los palos que cercaban los médanos
y competir por alfajores con tu hermana
Un día la vida te llevó a
las tierras de nuestros ancestros celtas
y te sentiste a gusto y creció tu familia con dos hermosos nietos
Ahora es tiempo de volver
y yo estaré esperándote del otro lado del mar
con todas las flores que me regaló la vida.
dic.2012