De amor,adioses y milagros (libro completo) César Barretto Luchini. 2002








































Noche de brujas

Si el cielo se cubre
de esperpentos
y no quedan cuadernos
para dibujar estas palabras
si los caminos se bifurcan
y los teléfonos todos
se rebelan
si las canillas se secan
y el pan es invadido
por el moho
si las ideas se cubren
de ceniza
y las momias letradas
hablan por la tele,
si los sueños devaluados
se amontonan
en los basurales
quedará al menos
en un rincón del aire
tu mirada o tu risa
una potencia azul
un algoritmo
de una dicha posible
como una onda subterránea
sacudiendo la nada.

Atisbo

Hay cierta luz suspendida
en tus ojos
esperando un eclipse
una sudestada
un mardefondo
una insinuación
un perfume
tal vez
un desenfreno
una noche
en un muelle
hay cierta luz suspendida
en tus ojos
lista a ser esplendor
o a colapsarse
esperando un eclipse
un perfume
tal vez
acechando
la vida
relojeando
la muerte.

Atisbo II

Hay cierta luz suspendida
en tus ojos
una pátina de llanto
una sombra una fuga.
la he visto estallar
hecha risa
o replegarse:
fraseos esfumándose
en los bronces de un blues.
Una materia azul
una distancia...
Hay cierta luz suspendida en tus ojos,
buscando en otras playas
signos promisorios
canciones entrañables
adioses de un verano.
Hay cierta tristeza
suspendida en tus ojos
buscando en los andenes
un tren y un paradero.

Tu risa

Es bueno saber
que hay días en que puedo
navegar por tu risa
naufragar profundo
en tu mirada
anclar en el cielo
bahía de tus sueños.

Cuando eras grande

Recuerdo Federico
aquella fotografía
de cuando tú eras grande:
brazos cruzados en puro sepia,
mirada atroz de 17 años,
y el perro bola de pelos
a tu lado.
al fondo una escalera
trepaba hasta la noche...
Creo que entonces
tenías once años
pero ahora tenés catorce
y en pocos días más quince,
es un lío el tiempo,
pero sin tiempo dicen,
no habría nada,
y eso me consuela.
Tengo pensadas
un par de jugadas
magistrales
de esas de pizarrón,
tengo un par de rollos Ilford
buenos focos,
tengo ganas de verte
y rodearte con un abrazo,
donde pueda
conjugar debidamente
el verbo nudo en la garganta,
 el verbo hijo mío
quiero verte de nuevo.

Saharianas

Camino al cerro Catedral
víbora tosca
que se arquea y sumerge
para beber agua
entre las piedras blancas,
reconozco esta piel verde
recubriendo un desierto
no tan imaginario
veo las vacas dromedario pastando
entre las dunas
algún oasis aguada casi seco:
no he visto un solo beduino
en leguas
y cuando trepo a la cima
a la cuesta de la sierra
de las Cañas
el viento chequea mis papeles:
pertenezco al desierto
lo contemplo desde lo
más alto
adivino la pura ausencia,
la soledad sólida
como el pasto subiendo
y bajando
a cada lado,
en el Alamein
Montgomery selló la suerte
de Herr Rommel
y sus zorrinos nazis
y acá los tanques
del Gobierno
o de los bancos
empujan con sus orugas impertérritas
a los últimos beduinos
fuera del desierto
sobre el que corre el aire
rodeando esta pirámide
donde Keops no soñó
que yo lo nombraría.

Cielo secreto

Quiero
dibujar
figuras invisibles
con mis manos
pintarte
el alma
llevarte
despacito
beso
a
beso
al arcoiris
ver el cielo
secreto
de tus ojos.

A veces

A veces hay un desierto
un jueves vacío,
una mirada seca,
a veces todo se parece
al temor a la muerte
a una mala despedida
al sinsentido
A veces no hay refugio
ni atajos
ni coartadas:
eres solo
un desesperadamente
insignificante ser
probablemente humano
en un planeta
sin más promesas
que tus dudas
y las mías.
A veces te busco
y no estás
sencillamente porque tu alma
esta momentáneamente
fuera de servicio.

Espero

Espero que me esperes,
aún si anuncian
que el universo
se marchita
y que será toda esta vida
sólo un crimen perfecto
sin huellas posibles
para improbables hurgadores
de galaxias caídas
en desgracia,
espero que me esperes
y que aún haya amaneceres
y un tiempo calmo
para cultivar la risa
y el silencio
compartido.
Espero que no aflojes
y que esperes
que aparezca una flor
para vos en la baraja
y que le cantes las cuarenta
a los que te enseñaron
o quisieron
que lo tuyo fuera irte
al mazo.
Espero que te esperes
aparecer un día
con el alma nueva
como el sol después
de la lluvia
y si al fin y al cabo
nada tuviera sentido
podrías sentir el orgullo
de haberlo enfrentado
como una luchador
decidido.

El cometa

Recostado en el cielo
recorta la madrugada
su figura de chispas remotas,
un niño asombrado
lo ve por primera vez
para no olvidarlo
ya nunca.
Tiene un nombre japonés
y brilla frío y tembloroso
navegando en la nada,
nadie sabe de dónde viene
su cabellera de luz parpadeante
luminoso pez de aguas profundas
y aún así navega
par que otros ojos algún día se asombren.
Recostado, navega a ras
del horizonte,
ya saldrá el sol
y se habrá ido,
pero siempre quedará
en la retina de aquel niño
buscador de maravillas
con sed de cielo
que yo sigo siendo.

Piedra azul

Distingo sonidos
en la sombra
es mi vocación
ir haciendo marcas
en la nada
deslindes donde no hay fronteras
metáforas oscuras allí
donde el escombro reina:
poca luz, estelar marea.
Busco a tientas,
caminando me descubro
sobre el vacío a veces
dividiendo aguas de colores
en sus mitades monocromas:
mezclarlas luego
es sólo un juego de niños:
como una piedra azul
busco en el cielo mi elemento.

Cerrazón

Ya no hay espanto,
la muerte quedó atrás,
sobre tragedias
he visto algo en la TV;
es esta hora de la noche que más amo,
si digo la palabra libertad sonará igual que el ladrido
de algún perro
chispa sonora
que se come la cerrazón
sin ecos ya de Agosto.

Susurros

El silencio me susurra cosas,
no son nada más
que voces mudas
que se repiten infinitas
hasta que el reloj
o un sapo
se interponen:
tal vez lleva
antres que el tic tac
termine de consumir
las pirámides del alma
las lunas de tu lejanía.

Tordos

Los tordos
reposan
sobre una cierta cruz
de cruce ferroviario,
pequeñas naves de oro negro
sobre amarillo,
flechas suaves
de piedra azul
que esperan sin saberlo
un tren que ya no pasará
y no recogerá
a los últimos pasajeros
del verano
impregnados de olas
y arenales.
Los tordos, redondos y oscuros,
bólidos de carbón eléctrico,
miran hacia ningún lado
sin sentir el pitido del tren
dividiendo el aire
en dos mitades
cruzando las dunas
cargado de risas
que se perdieron
en alguna curva
o de miradas curiosas
que bebieron luz de hierbas
y lejanías
desde un vagón de un tren
que espantó
en cierto cruce de caminos
a los antepasados tordos
posados bajo la luz fija
de algún antiguo mediodía.

De película

Me gusta esa película
en la que voy mirando
las caras de la gente
sus muecas rutinarias
sus risas frescas o vaciadas
-gato de Cheshyre-
me gusta esa película
en la que soy un antihéroe
metido en un traje cotidiano
quien lo sabe,
por lo pronto
todos llevan
sus bolsos del mercado
atesorados los repollos
apretadas las naranjas
puro jugo
destinado el perejil
alegre el ajo
disecadas las brótolas
y sargos
acuchillado el queso
cara a cara,
me gusta esa película
en que no saludo a nadie
salvo
que no haya más remedio,
hay tanto para ver
y aunque es en colores
algo los ha vuelto casi sepia
como si los rojos, azules
y amarillos
anclcados en las cosas
no quisieran ser vistos
o se hubieran desangrado
y pasan las muchachas
de labios sepia
y con sus novios distraídos
en sepia
alguna veterana con ganas todavía
que te mira en sepia doblemente
un tipo que odio
pasa al lado mío: sepia
una profesora inteligente pero fea y sepia
la chica de la propaganda con su cola sepia
los fiambres,
los repollos de Bruselas
el apio, las lentejas,
los bollones de miel: sepia,
me gusta esa película que no aturde
se desliza
como una de esas tardes
en que solo hay viento
y papeles volando por la calle
yo camino a mis anchas
manos en los bolsillos
paso cerca de aquel parque
miro a la gente
que no está en los bancos
antiguos y verdes
de pronto me saluda
un muchacho
y sonrió, hola qué tal
cómo te va
pero no sé quién es
no lo recuerdo
se ve que no me tiene
por mal tipo
y eso conviene al argumento
es mejor en la película
ser un poco así
indiferente
pero no al extremo
de que te tengan por odioso.
Me gusta esta película
haría falta un plano general de esta avenida
hoy casi muerta o ahogada
o sorda
y contrastarlo
con la marcha de estudiante
Por ejemplo
23 de Setiembre del 83
terminé en el hospital
temí que los milicos
me hicieron preguntas
y luego más preguntas
no importaba
había como un hormigueo
en toda la ciudad
y hormigas estudiante
marchando por las calles
aunque yo,
completamente sepia
esperara en un pasillo
la llegada de un cirujano
que sanara mi herida.
Me gusta esta película
hay tantos extras
para el papel
de tipos aburridos
Me falta un Neruda,
con un cuchillo verde
y alguna monja
que deja sus hábitos y levita.
El tiempo es un maestro
en hacer promiscua toda casa
toda mesa d boliche
toda esquina
casi todas las camas
y las bocas,
luego llegan los historiadores
con sus pinas y separadores
y su bolsa de residuos.
Me gusta esta película
sus casa gastadas
sus mesas manoseadas
y neutras
las esquinas de tanto encuentro o desencuentro
fugas en sepia y abrazos
la lentitud del aire tibio
bajo las sábanas
de camas sin sorpresas.
Me gusta esta película
examino esos labios
busco rastros de algo bueno
o la pura biología de un beso de entrecasa
los deseos retardados
los sueño demolidos
bajo los párpados
el gusto cuidadoso
del que bien se viste
y busca algo
siempre en estos travellings
aparecen esos ejemplares
con cara de esperar
entre sonrisas leves
y un no se sabe qué
algo que se esfuma
persistentemente
entre las horas
tengo la debilidad por ellos
y acciono el zoom,
me detengo en sus proyectos
los veo dar vueltas
y más vueltas y más vueltas
Me gusta esta película
un tipo desprolijo
camina con un enorme radiograbador a cuestas
escuchando algo que yo sé que no entiende
“All I wanna do is make love with you...”
suena pop y suena a sueños
de amores
en enormes Chryslers
pero acá son sepias
los amores
en español y a pie seguramente
“...say you will baby...”
de pronto me doy cuenta
que lo que sobra
es argumento
y tengo la sensación
de que puedo
cortar
en cualquier punto
y el sentido será el mismo
Es hermoso que Agosto tenga tanto sol a veces
y la gente camine, bostece
o actué o dirija
cierto tipo sepia de películas
en que alguien va
por la ciudad
con un libreto bajo el brazo, repleto
de anotaciones y tachaduras,
por esas veredas sepia
que por ahí se pierden.
Me gusta esta película
entro en las galerias
espero la luz verde
observo a los que observan
las vidrieras
como si ahí hubiera
algo sagrado
y me cruzo con algunos
con cara de estarse haciendo una película
un aire de no estar ahí
y de -a la vez- disolverse
en cada cosa
me guata esta película
a veces creo que improviso
y de pronto me veo ahí
observando por alguno
que teje una historia
donde yo soy un distraído
que espanta las palomas
no muy lejos de la salida
de ciertos cines
casi sin espectadores
y yo sigo, escurriéndome
por esas callecitas
cerca del mercado
un domingo de Agosto,
por los pasillos tibios
de la tarde que gira
llenando una bobina más
de este largometraje.

Tu nombre

Es muy probable
que pueda pronunciar
tu nombre
justo en el nudo de la dicha
al borde de tu sonrisa exacta
en torno a tus manos
que dibujan
dentro de tu corazón
quedar latiendo.

Mar abierto

Cuando no hay coartadas
ni recodos
ni saledizos
ni puentes estrechos
ni veredas
cuando no hay más salidas
que la honestidad posible
se hace tan ancho todo
y doloroso
tan camino
tan saliente
mar abierto.

Compañeros

La lucha cotidiana
afila los sentidos
rastrea las historias
construye la fuerza
de los pueblos
une a los hermanos
estrecha en un abrazo
a los compañeros.

Ómnibus nocturno

Entre la fría niebla muda
un buque ronronea
en la noche,
dos luces apenas lo descubren:
ómnibus nocturno, vacío
lentamente.

Historia

Las inabarcables, múltiples
cortezas que cubren leves
los más lejanos hechos
las insondables travesías
de los grupos
de los héroes de jade
familias circulares
del tiempo de los hombres
Allá quedaron inertes
más que caparazones
de todo lo vivido:
el sueño tiene perfiles sólidos
que resisten la erosión de luz y lluvia,
inabordables los aromas
del aire,
una fecha maya
no tiene perfume
una entrevista breve,
un amor instantáneo
no tiene historia
todos los registros
son inapreciables
no dan las manos
para todas las caricias
vamos lentamente
por callejones
desentrañando hojas y savias
descortezando
silencios anteriores:
los pies pesan menos
la mirada se vuelve amorosa y decidida.

Campo

El campo era un tiempo largo
el sol en la orilla del cielo
un camino de tierra perdiéndose en el
llano:
los caballos al galope,
lenta nube polvorienta.

Ventisca

Aletea
duna gaviota
de arena
celeste es
ventisca de crudo
gaviota de frío
celestísimo aire
transparente
punto.

Viento

Si el viento cruje
en las puertas,
o si aún no amanece
queda todavía la promesa
de tus manos tibias.

Plazas

Ya hay plazas
inolvidablemente
oscuras
lunas
nuestras.

Cerro Pan de Azúcar

La luna está preñada
de luz o de semillas
sobre el cerro Pan de Azúcar;
en la bahía,
emplumada de reflejos
las olas se enroscan en silencio,
el viento,
frío como una estrella distante,
se desliza rumoroso
entre los árboles
o se duerme sobre las olas:
esta noche era definitivamente
para nosotros
y tú lo sabes.

Pasajera

Tu alma es distante pasajera
o gaviota lineal
en un país de bruma
alejada como un ave infinita
inventando
una escenografía
mar de cerros azules.

Huellas

En cada canción mi voz busca huellas
triste aliento que se quedó
sin canto
en el horizonte irreversible
de la tarde
se alejaban azules los pájaros silenciosos de tus ojos.

La culpa

La pequeña culpa
chapalea en los charcos
más difusos
y observa sus zapatos embarrados
y los limpia
y los vuelve a limpiar
y sigue
y se cansa
y se queda dormida
en el barro...

Bitácora

Escribo en la parte de atrás de los cuadernos
y casi a nadie leo
estas miserias;
quisiera tener
un presente mejor
para mis semejantes,
Pero es casi lo único
que tengo,
lo único que me deja vivir
lo único que me deja soñar
en la parte de atrás
de los cuadernos.

Joy

Disponible y secreta
en un corazón
quien sabe donde
escondida debajo de la ropa
mojada de sudor
ahogada en el cansancio
traspapelada
en un cajón vacío
olvidada en el calientaplatos
en una cita borroneada
en un libro
o presa en una carta
que no llegó nunca
desperdigada en chispas
de un cuchillo afilándose
vuelta al revés
en una mirada ida
doblada y húmeda
bajo un niño triste
abandonada en una hamaca
de algún parque vacío
huidiza entre tus dedos
como un virus maligno
una mosca dorada
una araña nocturna
un soplo
una golondrina
viene de vez en cuando
la felicidad
en unos pocos tambores que repican
y repican noche arriba.

Tal vez

Tal vez es un signo impreciso en la sonrisa
una guiñada bajo la lluvia
el último boleto
que se compra
en un ómnibus repleto
la ola que de pronto
nos asalta
y nos moja los zapatos
la canción de un vagabundo
o la carta
que llega una mañana
tal vez es abrir la ventana
y descubrir
el aire fresco del planeta
volviéndonos más niños
es salvar un caracol
que cruza distraído
la autopista
es escribir un poema
cuando ya todos duermen
es esa torta de cumpleaños que ya nunca se olvida
tal vez son esas ganas
de gritarle a Sísifo
que deje de una vez
esa estúpida piedra
es ese perfume que un día
nos pusimos
y que ya no se borra
es dibujar el alma
de un durazno
en una servilleta
y hacer el amor detrás
del primer médano
de la última playa
es volver a tirar la red después de 20 lances malos
es recordar a Einstein cuando saca la lengua
es lo que cabe en una noche
o en toda una existencia
es un reto
un salto en el aire
un trompo girando
en la cabeza
una campana
un par de zapatos
junto a la cama
el humo que miramos
hasta que ya no queda nada
una cifra en el vértigo
un vaso
tu abrazo
la sed
el agua
una cometa.

Mala racha

Cuando la noche
te arrincona
y te quedás a pie
entre dos estrellas,
cuando solo hay amor
en veinte cartas arrugadas
o fijo en esas fotos
colgando en las paredes,
cuando todos los ríos conocidos
no dan paso
y los relojes apuran
su carrera
en los espejos de la casa
y no hay nadie que te diga
si en la boca de la baraja
hay una buena,
cuando le contás al fuego
de la estufa
lo que a nadie dijiste,
cuando le escribís a Dios
una carta de renuncia
y hay como mil sueños
vueltos  cenizas
en la almohada,
cuando solo algún poeta
te da una mano
desde una página marcada,
cuando quedás solo vos
para cobrarte las cuentas
que antes le achacabas
a la mala suerte,
entonces, no olvides
que podés cantar
conmigo.

Navidad

No hubo carne dulce
ni cerezas navegando
aquella tarde
el humo aparecía adueñándose
de todo el universo
impregnado de asado pobre
de leña simple
de manos malheridas
no hubo burbujas doradas
ni juegos impostados
ni fuegos de artificio
fue una Navidad
por esos días
que aterrizó de pronto
y lagrimeó en mi hombro.

Condena

Hay una muñeca
en un rincón
hay una condena a media luz
tras la ventana,
hay una niñez
demolida en la vereda.

La negra picaba leña

La negra picaba leña
cerca del río Cuareim
transpirando
espantaba los tábanos,
iba con los talones rajados
de tanto andar descalza
era otra cuando llegaba
el día de las elecciones
y le ponían aquel vestido
colorado
y la llevaban a votar
con zapatillas nuevas
en la Ford A del patrón
a los batllistas
era otra cuando volvía
a picar leña
y transpirar descalza
aquella negra que nunca vi
y que me contaron
que tenía los talones rajados
de tanto andar sobre la tierra.

Un señor

Un señor que no conozco
se murió
cuando se le rompió la aorta,
fue un grave accidente
me dijo su señora
que se creyó que yo era
un joven de 25 años
mientras ella me hablaba
de sus hijas
que estudian abogacía
y de las almendras
que le regalaba
su esposo cuando estaba vivo
y de los caramelos
que rompía
con sus muelas
mientras miraba televisión tirado en la cama
ella se ponía
un puñado de bombones
en el bolsillo del delantal
y seguía
cocinando y comiendo
esas delicias
que ahora no come
porque está gorda
y ya nadie le regala
porque vive sola
con un perro que no sabe nada de obsequios
ni de chocolates
pero que la cuida
de los ladrones
que a veces merodean
por su casa.
Me dijo que le gustaba
el campo
y los tomates rellenos
con atún,
que su hija habla alemán
que ya llegamos
que se baja del ómnibus
y de que está encantada
de haberme hablado tanto.

Palacio vacío

El aire es un palacio
vacío donde solo se siente
el silencio dorado
del atardecer
espolvoreando oro viejo
sobre los tilos
sobre las nubes,
sobre los niños
sobre los cementerios interminables.
En el mundo
hay muchas cosas,
hay un hombre que renuncia a su cargo
en un gran ex-país
hay una maestra muerta
en una calle en Colombia
hay nuevos tratamientos para la piel
bebidas, budines y turrones para dar el marco justo
a la llamada Navidad,
un agua que corre,
la vida que va,
y yo construyendo balsas todavía,
que es lo único que sé hacer
aunque a veces
no hay madera
o no hay ríos.
Hoy el viento se detuvo
y suena como un enorme
y dorado palacio vacío
de donde han huido todos
y entonces se oye el silencio
el oro viejo del atardecer
sobre los tilos
sobre las nubes,
sobre los niños
sobre mi cuaderno de poesías,
sobre los cementerios interminables
sobre el almanaque consumido de este año.

María

María está triste porque
tal vez pierda el examen.
Dentro de mil años
nadie se va a acordar María,
ni de vos ni del Anglo
ni de tu First Certificate
tal vez en esa época
se estará hablando
algo tan distinto...
pero eso no es argumento
vivir hay que vivir
el problema es por qué.
María estaría feliz
si le hubiera embocado
en el Listening
o en Use of English
pero yo escribiría lo mismo
después de todo
quien se va a acordar
de María
en el año 2999, un día
de diciembre
por la tarde?
está claro que el enfoque
es erróneo
y que María y yo
y todos nosotros
solo tenemos esta cancha
para ensayar el juego
y el juego es lo único
que tiene sentido
no importa cuantas vueltas hayamos dado
en torno
a una pequeña
estrella blanca
en la periferia
de una simple galaxia
en el gran océano cuántico,
María.

Duelo

Un día el mundo
se quedó sin almohadas
sin referencias,
sin relojes
sin sueños
sin titiriteros cálidos
sin frazadas
sin tazas puntuales
de café caliente
esa noche empezó a crujir
esa madera dulce
cristal
tintineo de risa
cayó el medallón
se derrumbó la plata
la esfinge del oro
un día el mundo
apareció sordo
como un ejército
de enanos enojados
como una nube
de insectos poderosos
como un relámpago de polvo
y de ceniza
como un látigo amargo
que golpeaba tus dedos
que despellejaba la frontera del llanto
dibujando la muerte
 en los espejos rotos.

Retorno

Regresó de la muerte,
desplegó las alas
como un pájaro
caído en la ceniza,
levantó los brazos
del fondo del olvido,
ubicó las raíces
desterradas y solas
erguida en abanico
por sobre sus abismos.

Abandónico

Salvo tu corazón,
brizna menuda de cielo,
todo lo resecó
el verano turbio;
salvo tus ojos,
agua del tiempo de los niños,
todo sucumbió en la basura de las bocacalles.

Transilvania

Morirán uno a uno
uruguayos, pequeños, enanos
vampiros de tus sueños
dislocados
al borde
de una tarde cualquiera
heridos de tu vida
los quebrará tu firmeza
morirán uno a uno
pequeños y gastados
como bestias menudas
simples monstruos menores.

Después de tanta muerte

Levanto los cristales
los vidrios demolidos
paridos en el agua
las piedras similares
la luz quebrada en sus aristas
el polvo quemado de granito
las botellas minerales
que estallaron de frío
la roca sin memoria
rota en las veredas
como un juego infantil
interrumpido y solo.

Memoria

Allí nació una rosa
acá jugó mi hermano
a mediodía
en aquel agujero
enterramos la siesta
en ese mástil izamos
la alegría
descubrimos
la sangre
en los labios baldíos.
Es esta esquina
acá
abortó
un sueño envuelto en celofán
y naufragó
en un charco de humo
y mientras se enredó
la mirada en el silencio
renació
el gesto sin memoria
la piedra
fría
las paredes
de una pesadilla
los colores
mezclados
del llanto
del canto rodado
de tu vida.

Cuando

Cuando respiro hondo
mañana adentro
naranjales y azahares
y huelo tu perfume
anunciando primaveras
y el cielo tiene tu claridad
dibujada en las nubes
cuando me pregunto
si valió la pena
y el corazón late tranquilo
es que tu sonrisa está allí
para ponerle vida
a cada hora
y hacer que cada día
sean el sol, el mar
y la lluvia prometida.

Refugio

Porque es la misma luz
del cielo
insoportable, fresca pura
un cosquilleo sube
infecta la piel mutuamente
ya no hay más remedio
buscar refugio
donde no hay gobierno
ni registro ni almanaques
desprendernos de todo
innecesario atuendo
encender un fuego suave
donde tu piel es universo
quemarte la sombra
a besos
dispara tus rayos
desencadenar tormentas
ese día, esa mañana
arder hechos un solo río
un solo cereal maduro
un canal hacia adentro
y hacia fuera y despertar juntos
sin haber dormido nunca
desnudos a la orilla
de una playa desierta.

Lluvia

Y cuando te vi de pronto
la lluvia se descolgó del cielo
eléctrica, súbita
levantando el perfume
de la tierra seca
y cuando seguiste,
caminando lejanías
la lluvia volvió a caer
fina, tenue como el olvido
cubriendo la ciudad
con su luz húmeda,
mojándote, es seguro,
con las mismas gotas
que más arriba
empezaban a dibujar
el último arco iris.

Un hombre

Un hombre vocifera
abandona su sombrero
y regresa a aquel cine,
aún vacío.
Una vieja maestra
arroja miles de tizas
a un río fraudulento
y ríe y destapa una botella.
Un marinero
corre desesperado
sobre las olas y naufraga.
Un arlequín canta y canta
pero en el medio
del desierto
no hay quien lo oiga.
El presidente honorario
respira un aire perimido
derelicto
y en otro sitio
un hombre
se aferra
a sus manzanas
a sus rebanadas de pan viejo.
El novio ilusionado
acaricia la estatua
más imaginaria
que sus propias manos.
El escarabajo trepa
hasta el cielo
llevando su equipaje,
no sabe por qué,
nadie lo espera.
La niña huérfana
huele flores
sobre el jardín de
plástico.
El perro guardián
deserta y ya no ladra.
El eslabón perdido
odia las cadenas.
El Papa milagroso
no da misa.
El árbol se colapsa
y el suelo se hincha
de ceniza.
El Dalai- Lama levita
y ya no vuelve.
El futurólogo
muere de nostalgia
y un cadáver invicto
regresa de la muerte.
El filósofo reza,
el ciego mira
y yo escribo este poema.

Celacanto

No olviden al celacanto:
sus escamas derelictas
lo protegen del tiempo
oceánico e imperturbable.

Save the celacanto,
probablemente
ya esté muerto el pobrecito
reliquia pleistocénica
historia viva
de todas las mareas.

Salvemos a esta estirpe añosa,
casi eterna
de peces abisales
rara avis, mar afuera.

Gloria y honor
a su paciencia,
esperar tanto tiempo
para extinguirse
tan modernamente.

Quién recuerda ahora
su fealdad submarina
su fenotipo infame
su deriva profunda.

Quién sabe en qué redes
acabó su impericia
Quién sabe dónde se refugió
para morir la última cría.

Minkovsky

Probablemente dos
como vos y yo
ya hablaron de este tema
de la vida y de la muerte
hace siglos
bajo las mismas estrellas
eternas y efímeras
bajo las cuales
dos como vos y yo
se abrazaron
entregándose el alma
dentro de muchos
miles de lunas
y hablarán de este tema
de la vida y de la muerte
en algún patio poblado
como este
de jazmines
y tumbas secretas.

1973-1984

Desgarrar en negro
el raso de la noche
desclavar
las perdidas imágenes
sus huesos
inundar el cielo
de algodonales palomas
sedientas de colores
cubrir con las manos embarradas con la greda
generosa de la tierra
las muecas de espanto
el rayo seco de la muerte
la aborrecible
borrasca de un viento
de injusticia
construir alfarera matinal
y segura
la verdad de los hombres
por sobre el herrumbre
la violación
el asco
la tortura
hundida ya la resaca
de los trajes suntuosos
de las botas lustradas
de la opulencia infame
del desprecio corriente.

Faro azul (Para Federico)

Cuando las piedras
quedan sin aliento
y el viento se transforma
en pesadilla
y las palabras caen
y se quiebran
como témpanos negros
y las manos se aprietan
contra el hueso
y cuando el trueno truena
y la luz chasquea
sus dedos de plata
sin piedad por el cielo
y los médanos arquean
su espinazo de arena
y las caras se vuelven
como monedas falsas
y es negro y hondo y negro.
tú permaneces erguido,
mi pequeño faro azul
de 4 años,
como una cometa de risas
y esperanza
y alma mía.

Venecia virtual

Hay un canal
Venecia virtual
góndola exacta
navegando en fibras ópticas,
hay un código
un acceso
y un programa
que podrían poblar de luz
tu cielo
o el mío
solo si presionaras
las teclas necesarias.

Arroba

Enciendo el monitor,
en el cielo abierto
busco algún mensaje
preferentemente
con tu nombre
arroba punto com
mientras pasan bandadas
de patos somnolientos
algún Jumbo
rumbo a no sé dónde
y se instalan
las primeras estrellas
anunciando la noche.
Pero hoy
no hay e.mail
solo me queda el horóscopo
instantáneo
desde las constelaciones
mientras tomo otro mate
y el aire crece en frescura
y perfumes
de hace tanto tiempo.

Trenes

Suben los trenes
hasta la medianoche
llevando estrellas.

No hay vagones
solo estaciones
de cara al silencio.

Solo
algún banco
anglosajonamente verde,
solo tus manos
caldera suave
fogoneando
en las mías
un ferrocarril
de sueños.

Bajo el tilo

Las enormes
verdes
elefantiásicas
hojas orejas
erguidas definen
la apoteosis del jardín
los pormenores de la tarde
los matices del sol
o del tiempo justo
bajo el nombre de otoño
un tramo preciso
un cargamento inapreciable de la vida
sombra volátil
donde las palomas
se entrecruzan bajo el tilo
que lo cubre todo
también los bancos
de pintura sedimentaria
y el silencio
en el que me coloco
con las manos
manchadas de tiza,
entonces
muero menos
y todo el patio
como un país abandonado
destila aquel tiempo
lo sujeta en un instante único
por donde me deslizo
hasta estas letras.

Nadie

Nunca
nadie
supo
mirarme
así
y
al
mismo
tiempo
dejarme
mudo
e
hipnotizado
y
no
me
acuerdo.

Stardust

Cuando un día remoto
seamos estrellas o viento
delfines
o niños de otras tierras
sabré encontrarte siempre
y sentir ese temblor único
de aquel primer beso
en la mejilla amor
cuando un día seamos
stardust
brillando
como siempre.

Luz de beber

Como una planta loca
crece en mí este amor
y me refresca
manantial repentino
luz de beber
y calma la sed de mi alma
este amor sin espacio
ni tiempo aparente
el que me das
como una planta súbita
como un manantial loco
toda la luz de beber.

Pan de ciruelas

Amaso en la tarde
un pan de antiguo trigo
sobreviviente de las edades
de los abuelos ancestrales
tesoro mínimo
piedra de luz pulida
granos de sol y silencio.

Amaso un pan
mientras llueve todavía
ya saldrá el sol
y cortarás su cuerpo suave
sobre la madera paciente,
agrego pasa de uvas
ciruelas desecadas y dulces
un poco de miel
y ya está pronto
para el horno
mientras llueve.
Mañana saldrá el sol
casi me animo
a prometerlo
y estará este pan
que va creciendo
maduro
sobre la mesa
como un cerro lejano
curvando el horizonte
como una llama suave
alumbrando tus manos.

Prosa

Huele a soleado
en las habitaciones
sin tiempo:
te escucho y las horas
luego los dos podemos
esperar juntos
la noche de la luna
y cantar desentonados
un himno antiguo
o una murga
para espantar la muerte.

Fin del mundo

Deambulan los hombres
y mujeres
como tinajas gordas
en un país desierto
los despojos raídos
los refulgentes,
destellantes seres
las apagadas ciegas mujeres
las radiantes rebosantes damas
caminan y se cruzan
como abejas
con mucha primavera
hormigas voladoras
después de la lluvia
ya no hay más tiempo
en las botellas
sedientos van y vienen
los hombres y mujeres
un día antes
del fin del mundo.

San Ignacio

Las palmeras
altísimas,
intrépidas,
seguramente eternas
elevan plegarias
profundamente verdes
de cara al mediodía,
silencioso murmullo,
ofrenda a cielo abierto.

Mediodía

El sol corona
las palmeras vertiginosas
más allá del silencio:
el mediodía.
Dibujo una escalera imposible,
palabras andamio,
fragilidad pura
para sitiar tu ausencia.

Travesía

Jugamos a descubrir
prodigios en la seda
tendiendo una red nocturna de caricias,
lunas entre las nubes,
peces buscando estrellas
a la medianoche.
Y al despertarnos juntos
hay en la mañana
aún estaba tibia
la luz nuestra
sobre tu piel
dibujada suavemente
en tu sonrisa.

Vida

La vida es agua
ciega madreselva
tierra que estalla
cuando no estalla.

Turning Point

Cuando es el momento aquel
entonces decides
irte y no volver
mandar todo a la mierda
dar vuelta la cara
la almohada
el pan
y el cielo.

Cuando es el aquel
entonces
el tal punto
grieta en el transcurso
descubres que ya
no tienes nadie a quien
escribirle algo
que valga la pena ser leído,
y ya nadie te quiere
ni te odia:
estás acabado
maldito patán.

Invitación

Te invito a escuchar
el silencio
a empinarnos la noche
a saborear estrellas frescas
a perfumar de música
ese día o abrazo
a la orilla del cielo.

Clase B

Tomemos el atajo
será mejor
que nos larguemos de aquí
antes que los créditos
nos manden a la nada
hay una chance todavía,
una persecución gloriosa
por un camino polvoriento
podré alcanzar
tu tren de medianoche
antes del final,
descolgarme
del auto en movimiento
atravesando la noche
de la luna
aferrarme al vagón
donde viajas rodeada
de fantasmas
y discos
de Paul McCartney
y de siestas frente
a lo de Larramendi
fugas al adolecer
de adolescencia, de desquites
de mapasmundi de los sueños
tarjetas digitales
para hablar con el cielo
palco preferencial
para mirar a Antares
inventando un Hubble
de entrecasa con las manos
será mejor que me dé prosa
si no vas por tu chica
tomaré un atajo
me saltearé una escena
o todas
y te rescataré en el final
antes que los créditos
nos arrasen para siempre
y de entre las garras
de los piratas,
de los matones,
de mala muerte,
de los indiferentes,
de los caballeros del oro
y de los que te dejaron
sin agua a la orilla
del camino
con un beso
de manantial
de bomba desactivada
3 segundos antes exactamente
del fin de la jodida galaxia
en mi nave expresamente
construida
por George Lucas
para llegar hasta vos
y asegurarte el final feliz
de esta película.

Hormonas

La primavera
pone en tensión
la labilidad de nuestra naturaleza endócrina:
los gatos alucinan
por una canción
que los alimente de luna,
y salgo con olor
a cebolla frita
a buscar un teléfono
con mi tarjeta magnética
en la mano
para decirte
que no sería mala idea
encontrarnos
sobre un muro viejo
lugar de madreselvas
y jugar a ser felinos kamicazes
sobrevolando al deseo,
por la libre
intensamente verdes
y en picada
repartirnos la luna
a mordiscones.

Tesoros

Tengo esos tesoros
inasibles, vaporosos,
que la luz difusa reconoce familiares.
Tengo una riqueza
de difícil calculo
sin alardear lo digo.
Disfruto compartirlos
cuando puedo,
una conversación
que empieza y se estira
ondula,
vuelve y salta
es un doblón
de un oro
inigualable y único
que nadie podrá robar
o transferir
a una cuanta secreta
en las Bahamas.

Amor y bicicleta

En cualquier momento
amanecerá sin remedio
y ya no habrá más
este silencio
azul y fresco
para llevarte en bicicleta
vigilados circunstancialmente
por Venus y Marte
y la música naranja
y amarilla
y el celeste superior
irán ganando espacio
por el este
y lloverán cantos de pájaros
desde las nubes
de esas ramas
pero ya no será el fresco
de la madrugada
un túnel cómplice
cuando te llevo
circunstancialmente
en bicicleta
por una calle
donde hay rosas y gladiolos
antes de que en cualquier
momento amanezca
sin remedio.

Viajero

Voy a través
de las estaciones
como un pájaro negro
cruzando el desierto:
si la muerte me intercepta
me negaré con argumentos
incontrovertibles:
tengo que llegar
hasta esa región del viento
y de la lluvia
y saciar esta sed
milagrosa agua
de tu risa.

18 de abril

Celebro este día
luz infinita,
fiesta de los sentidos,
pan delicioso del tiempo
de los niños.
Celebro el día
copa de uvas,
río verde que sube
hasta la cima del cielo
en un abrazo.
En el silencio
de esta música suave
que Miles Davis inventa
en su trompeta  eterna.

Acróstico

Hay códigos secretos
bajo las placas
con los nombres de esas calles
que nadie
podrá descifrar
y que solo
vos y yo
y la luna
conocemos.

So long

A la orilla
de tu sueño
me despido,
recuerdo,
me inclino,
me pregunto
si estarás despierta
y dejo que un beso
te acaricie y busque
en tu tibieza
un sitio
para anidar seguro
como un pájaro amarillo
atravesando el viento.

San Antonio

El servicio postal entomológico
llega a todos lados
llevando sus mensajes,
el San Antonio acarrea
efluvios de amor
en mano propia
destranca timideces
te canta la justa.
En una familia muy nutrida
la de estos coleópteros,
los hay de carbón puro
y oro 24,
se los encuentra colorados
con trajes de esmeraldas
y café
como el que apareció hoy
mientras los caballos lacustres
retozaban en la orilla
entonces apareció
aquella gallineta
de paso eléctrico
y colores súbitos
era la primera vez
que llegábamos
a la vieja cachimba
buscando el agua
de la sombra
entre la fronda
de aquel hombre
que plantó pinos
y surcó vapores por el río.
Lussich cumplió el deseo
de su esposa y sembró
coníferas de todo pelo
árboles inesperados
de escandalosa copa
y de difícil latinismo.
Entonces llegaron
los San Antonio emigrantes
con su milenario correo
subliminal y secreto
solo discernible
para quien sabe leer
en los ojos del agua
su promesa de sombra
la luz de la sorpresa
alegrando una mañana
amanecida con manzanas.

Concepto de realidad

Noviembre no existe:
solo están las hojas de mi tilo
que no es mío
y que no es verde:
sucede que desecha
esas frecuencias,
las rehúsa
las deja pasar
y se alimenta del rojo,
bebe esa luz
y se disfraza
con lo que le sobra.
Noviembre son los gorriones,
noviembre vuela.

Radiacíon electromagnética

Como un frontón infinito
y cruzado
el mundo refleja la luz
en sus espaldas
es sus pecheras sólidas
en sus perfiles que se pierden,
la belleza se alimenta
de desechos:
es esa luz que las cosas
no aceptan y rebotan,
son esas ondas menudas
y tercas
tejiendo naderías
entre los objetos.
El cielo es antiazul,
antiverde, mi tilo, está allí, oculto.
No vemos nada,
solo tenemos sospechas
equívocos,
negativos fotográficos,
espejos amañados.

Vía Crucis

Hace tantos años
que me llevo a cuestas;
hay quien se levanta monumentos
interminables
o cava sepulcros maldiciendo
su papel en esta obra.
Yo voy sin decir mucho:
le confio al silencio
misiones importantes,
hace años que camino
no sabría vivir quieto
sentado en la vereda
las calles y mis pies
hacen lo suyo
voy por ahí
como un pájaro negro:
volverme blanco
es mi acto supremo
pero solo lo ejercito
en un lugar lejano
donde solo yo lo veo.
Hace tanto que ando
con mis huesos a cuestas...
hay quienes reniegan
de su sangre,
penan su no oro
su no gloria
y luego penan porque penan
entonces yo me alejo
y esquivo también
a los que hacen del oro
su elemento
del aladre y el ruido
su bandera,
yo solo voy
contemplándolo todo
seguro de que hay algo maravilloso
que a veces
simplemente presiento.

Tele-visión

Bajo esta luna llena
de noviembre
puedo verte con más claridad
que quien ahora esté contigo.

Eclipse

Pronto la luna
te cubrirá la espalda,
y quedarás desnuda
sin saberlo.

Gallos

Volverán los gallos
a lucir su rojo superior
en el centro del cielo,
volverán a anunciar
la simplicidad
de los puntos cardinales,
la transparencia del aire,
la importancia de iniciarlo todo nuevamente.
Volverán los gallos
soberbiamente eléctricos
a coronar
la cima de los sueños
y a ser la razón del día.
Un cacareo planetario
alineará magnéticos y puros
los espines de los corazones
y sentirás nuevamente
que hay rosas imposibles
perfumando el planeta.

Labios

Tus labios son
un reloj de arena
Una luz negra
que incendia mi alma,
una historia
que irrumpe a mediodía.
Tus labios son dunas
que en mi mirada viajan
como un camello absurdo.
Tus labios son ríos que navego un día y una noche
y el silencio.

Regresos

La felicidad es solo volver
al mismo lugar
por otros caminos
descubrirse en los colores
de una tarde que amaina,
es sentirse volar
hecho nube en el viento
y parecer
que se  es solo nada.

Inevitable

No hay más  remedio
que aceptarlo,
hoy es un nuevo día
canasto repleto de horas como frutos
piedras de molino
aguamanil desbordante
de minutos
peces de colores febriles
saltando al vacío
remontando el arco iris
hacia el cielo.
Nuevo día,
paquete único e impredecible,
quien sabe qué habrá
debajo del papel,
más allá del cartón sordo
o del celofán.
Hoy es un nuevo día
ráfaga, viento instantáneo
que despeina,
silencio en el que a veces
no hay caminos.
No hay más remedio
que aceptarlo,
podríamos creer que es solo
una desgracia interminable
pero al fin de cuentas
no sé si hay otra fiesta
otro horizonte.
Entonces bebo de esta agua
abro los paquetes
muerdo los frutos
y no espero nada.

A veces

A veces sos el sol
que se espera
un río del que solo nos llega un murmullo
el rastro de un barco invisible
en un mar olvidado
un fósil de tu luz
apagado entre mis manos.

Viento de Agosto

El viento de Agosto
rumorea bajo el sol
que anuncia primaveras
mi corazón es un cielo antiguo
recuerdo de astros fríos
cataclismos y ausencias.

Una tarde

Una tarde de éstas
se derramará esta música
y saldrá rodando
Cannonball Adderley
todo su jazz gordo
por sobre la intrascendencia
de las gentes
seriamente atareadas
en posponer su muerte.

Ábaco

Asumo que resto cuentas
recuentos de lapislázuli
entre mis dedos
amago con dos o tres trucos
y hago brotar allí y aquí
las mismas piedras
como inventando cielos
afirmo que no suscribo más maledicencias
sobre nadie
digo que digo lo que digo
alego que cualquiera
sin mayor sapiencia
podría empezar a jugar
con las palabras
para desafiar el tiempo
como un brujo
frente a todos los vientos
como un niño absorto
frente al mar de los enigmas.

Una gata

Miro la galaxia gato
girando sus bigotes
y veo las estrellas gato
brillando dobles
detecto los cúmulos titilantes
las felinas nebulosas
y el núcleo galáctico de gatos
hecho un mar de sueños
todos reunidos
en una siesta espiral,
la gata
y sus gatitos espaciales
un universo en miniatura
con su Big Bang familiar
su expansión y su inflación correspondientes
en base todo a leche
y pura avena
en vez de gluones
y remotos equilibrios
partícula-antipartícula.
Miro la galaxia gato
y sus planetas
sus lunas suaves, primigenias
sus asteroides gato
girando en torno a ella
con sus ojos de luz intensamente verde
los ilumina
y lame con incansable afecto.
A veces soy un astronauta free lance
y voy por estos universos
que crecen y vuelan
y se desvanecen
a la sombra
de un simple parral
un día cualquiera.

Viajeros

No hay puertos,
solo hay viajeros
definiendo sus rutas
desdibujando mapas
buscando un barco prometido
no hay distancias
es solo una ilusión
la despedida.
Ya te conocí toda la vida,
por eso huele a renacer
a mañana fresca
por eso es preferible
retirar todo lo dicho
y navegar seguros
en la pura alegría
río arriba.

Utopía

Debe haber un paraje
en el mundo
para gentes así de tanta luz
de tanto viento en la cara
iluminando caminos
rumbo al río.
Debe haber caricias
en tu pelo,
cosquillas nada protocolares
jugando a las escondidas
sobre tu espalda
de tanto en tanto
las ventanas del cielo
se abren así de pronto
para sorprendernos.

Y si hay tal lugar
-necesito saberlo-
hace falta alguien
para encender el fuego
y bautizarnos
en las playas nocturnas
como aves
de un plumaje distinto
que descubren su raza
su risa semejante
su nacionalidad secreta.

Utopía II

Debe haber un sitio
para poder cantar
de cara al sol
y beber en silencio
el agua fresca de tus manos
debe haber una ciudad oculta
un país de azafrán
de canela y jazmines
una mesa perfecta
para compartir
el pan y el vino de la vida
y salirle al cruce
a tanta lluvia y despedidas.

Calling out

Si te hablo de un país
donde hay luna
y la noche tiene un sitio
para que yo respire
y teja sueños,
si te hablo de la lluvia
y miro a la puerta
por la que puedo salir
a ver el mundo,
si te hablo de banderas
que se arriaron
y un llanto
que me guardé en el pecho
hasta que vos llegaras,
si te cuento, digo,
sin tanto ,melodrama
que los bomberos son tipos así
de manga en ristre
y chorro despiadado
y tú sonríes,
si te hablo válgame Dios
del pan
y de cuanto amo el agua
sé que me vas a decir;
“chiquilín, estás exagerado”,
pero yo sé que hay un país
lo siento acá muy dentro
donde tengo un sitio,
un árbol, una bandera,
un pan
y la cruz del sur sonriendo
en tu mirada.

Tu silencio

Cuando tu silencio
lo dice todo,
cuando tu abrazo
toma por asalto el cielo
cuando tu sonrisa
es un día de fiesta
cuando tu mirada
anidas,
bandada de mi alma
sé que volver a nacer
no es solo una frase
es una mañana
tan única
como nuestra,
inalienable,
tesoro compartido.

Sol

Hay un sol de piedra roja,
de oro antiguo,
anunciando cielos
de tormenta
un sol inusitado,
presagiando un viento turbio
polvaredas azules
y lluvias despiadadas
sobre las caras grises
del olvido.

Silencio

Miro el silencio
de los árboles,
bebo el viento jugando
entre las ramas
toco la luz dibujando
sombras  claroscuras
y profundidades
huelo el sol reflejándose
en cada hoja.
Amanezco y hay árboles
en misa.
A mediodía reposan
bajo el cielo.
En la tarde giran
como buscando
un punto en el horizonte.
A la noche cantan
entonan lamentos o rezos
indescifrables
al dios de los días.

Y cuando vuelvo
con la mirada transparente
repitiendo tu risa
los árboles me esperan
y bailan y juegan
y estallan y se vuelven
río verde,
expedición al corazón
del cielo,
 aire del mar donde nacimos.

Copa de vino

Copa de vino
de silencio:
el día es solo
pájaros que cantan distantes
y aire y cielo,
tus manos volando
sin movernos.
Vino de silencio
aire distante:
el cielo en tus manos
volando sin movernos.

Paradero

Voy a esos lugares
dónde sé que no estás
porque solo ahí
puedo encontrarte
flores amarillas
engarzadas en troncos espinosos
de cara al río
y el río dando la bienvenida
al cielo soleado.

Voy a eso rincones
que vos y yo conocemos,
sé que si me vieras
sabrías que solo a ti te busco
pero no puedo
decirte nada
no puedo pedirte nada
ni nadie en el mundo
que me pueda dar
lo que tú.

Te busco en esos lugares
por los dos conocidos
porque sé que aunque no estés
igual podré encontrarte.

Ahuecando las manos

Ahuecando las manos
bebo el silencio sobro a sobro,
en el reino de la tarde
la primavera
derrama mensajes
con su firma
de sol y de alegrías
de pensamientos y geranios.
Ahuecando el silencio
te acaricio de nuevo
y de nuevo te descubro
inaugurando
reinos instantáneos
donde los dos somos
la raíz y la copa
la noche y el día.

Anoche

Anoche jugamos a buscar
en el silencio prodigioso
el relumbrar de la seda
en las caricias
y así entonces estalló
de pronto una luz mansa
que alumbraba suavemente
tu sonrisa esta mañana.

Tabla Periódica

La acuarela de esta tarde
de este cielo, de este río
lleva matices,
nubes y palomas dormidas
seres fantásticos
que desaparecen
en el gris en un instante
mientras los árboles
dibujan signos a contraluz
simplemente
para repetir tu nombre
en el silencio.

El pino

El pequeño pino no crece bajo tanta sombra,
el perro aporreado
que ladra sin remedio
solo espera
que todo se termine.
El tímido estudiante
al que el profesor
toma el pelo con sarcasmo
se hunde en el banco
y poco a poco
va desapercibido.
Pero yo sé que hay
un mundo pino ahí
por ser bosque
y un perro
que sueña ser querido
y tal vez un gran científico
o artista mundo
atenazado entre los bancos de su escuela.
No olvidaré lo que dijo Andy
“Si alguien no cree en mí
no puedo creer en él”.

Futurología

Vendo aparatos
vendo canciones,
tengo un bolero
con mil amores.
Vendo perfumes
vendo promesas,
tengo una fe
que nunca tropieza.
Vendo estandartes
vendo banderas,
tengo una solución
para tu billetera.
Vendo un sin fin
vendo para siempre,
tengo un corazón
para aquel que no siente.
Tengo un tapado
para los congelados
tengo aire y luz
para los abatidos.
Tengo todo y no tengo nada
más que esta enorme
carpa anaranjada
más que esta bola
y esta luz rosada.
Soy la futurología,
experta en sueños,
ducha de esperanzas.
Soy la zanahoria
de los desesperados
Soy la luna barata
de los apagados.
Vendo aparatos
vendo canciones.
No tengo escrúpulos
ni indecisiones.

Andén

Vuelven los salones sombríos
a dibujarnos
sobre una pared lejana
como figuras de papel
y luz de luna.
Abajo sonaba la serenata
de tambores sudorosos
mientras los bailarines
cifraban en su piernas
la esperanza de un amor
que consumiera las últimas estrellas
disponibles.
Arriba, el salón misterioso
sala de espera de un tren
que nunca pasaría
andén de besos interminables
de piruetas lentas
sobre las paredes ignotas.

Vuelven entonces
en estas noches
figuras lunares
fantasmas esporádicos
la música barata
aquel sitio tan fuera
del mundo
donde salimos a volar
de madrugada
sin pasaje de vuelta.

Priscila

Cuando un día decidas
llamarme
para decirme
que no sería mala idea
te sorprenderá saber
que ese
ya no es mi número
y que en informes de guía
nadie te dará ninguna pista
porque solo te quedará
la parte de relleno
del directorio telefónico
con una linea en blanco
donde yo estaré borrado
por siempre
para gente como tú,
Priscila.

Las Delicias

En la arena
las huellas saladas
suben por tu espalda
hasta los muelles
los vapores fantasmas
de otros mundos
llevan todo el trigo
a un país que no existe:
tus manos, tus pisadas
aún no se borran,
las casas donde cuelgan lianas y antiguos hombres
en antiguos museos.
Tiene algo que decir
el viento:
parpadeas callada,
eras tu dibujo
sobre un médano
y el médano es tu patria
hasta que la luna y el mar
aparecen
y te levantas.

Navidad

Redibujo la Navidad cómplice
sidra del pico
sombra de pinos
tu mejor brindis
nunca tendrá mejor perfume
que aquel verano
en tus labios.

Mekong

Me gustaría desnudarte
cerca del Mekong,
no sé por qué,
me imagino que la luna tendrá otro perfume
más allá de la lluvia
por las calles de piedra
y herrumbre espeso.
Te llevaría de la mano
a ver casas viejas
y a leer letreros destartalados,
buscaría una ciudad,
un cuarto cálido
poblado de mariposas,
podría imaginarme
en qué pensás
mientras llueve sin parar afuera
y nuestros silencios navegan
entre sábanas
y dragones rojos.

Tos

Tengo un perro tosiendo
en mi garganta
un lobo viejo
desgarrándome la espalda
un aire alérgico que abandona alvéolos
bronquíolos, tranquea y demás ductos ventilatorios
a golpes de diafragma
tengo polen exógeno
o gérmenes endógenos
jodiéndome
en medio de la primavera
patrocinando la venta
de pañuelos y antibióticos
tos patotera
saboteando
espasmódica el silencio
carraspera ciega
picazón profunda
y sin alivio
que trato de rascar
como un perro
persiguiendo a tientas
una pulga veloz
tosiendo y tosiendo
tengo un perro en mi
garganta
un lobo viejo
que me desgarra lo que queda de mi espalda.

Campo

En medio de silencio
el silencio,
en el centro del desierto,
un claro, un vacío,
en el horizonte
una pregunta, todas las preguntas,
el cielo nuestro
la luz de nadie,
entre mis brazos
tu abismo,
tus lágrimas antiguas,
en mi mirada
la ausencia del mundo
las imágenes dibujadas
por el tiempo
el secreto feliz del espacio.

Extrema sa tangunt

El principio y el fin
del misterio se tocan:
la oscuridad infinita
es la otra cara de la luz.

El aire del desierto está pleno de agua:
los lagartos se deshidratan
sobre la arenisca.

En el silencio redondo y azul
ruge el vendaval de las verdades.

De la nada crece
y se multiplica el todo,
ser todo en la nada
y nada en el todo:
he ahí el acertijo.

Camisetas

Doce camisetas cuelgan blancas
mientras llueve silencio
en la noche del viento
doce que corrieron y se cansaron
persiguiendo una pelota
y amasando barro
haciendo tiempo mientras
pasa la vida pasa
inadvertidamente
como un ómnibus nocturno.
La lluvia detiene los relojes
cada lluvia es todas las lluvias
cada gota
es todos los mares
puedo aquí, desde este patio,
ver todo el universo
sin pagar boleto.
Doce camisetas cuelgan blancas
mientras llueve silencio.

Remanso

En medio de silencio
tu espalda es un sendero
es un desierto prodigioso
un mapa virtual del cielo abierto,
la tarde no existe,
el mundo está adentro,
el aire te rodea,
mis manos dibujan
nubes en tu vientre
mis labios son el viento
que viaja a esas nubes,
en medio de la sombra
tu luz secreta alumbra,
las palabras van por debajo de la piel,
soy dueño, sos dueña
de la noche
aunque es de día,
el tiempo se toma un respiro
todos los minutos se condensan
y de pronto se disparan
hechos espuma
en la playa azul
que nos protege.

Broth

Había aquel océano primordial y lejano
-orgía verde, espuma entre volcanes-
los continentes nada contenían
salvo la sal del fuego derrotado
el golpe terrible del trueno,
bajo el suelo lava traicionera,
frágil granito.
Había aquel océano llamémosle
terrestre
bajo un cielo centelleante ultravioleta
y en algún momento terrible
aquellas moléculas portadores de carbono
y nitrógeno, mínima arquitectura,
a horcajadas de la tetravalencia milagrosa
fueron atravesadas por un rayo caótico
un ensayo ciego
que de pronto los dotó del poder de replicarse
y volverse aun más complejas.
Decía Monod que la magia
está en las proteínas y su portentosa capacidad
de controlar el micromundo, caprichosos ovillos
Lo cierto es que aquel día- ¿o habrá sido de noche?-
empezó tranquilamente en el tercer planeta
de un sistema solar de los suburbios galácticos
una historia plagada de amebas y paramecias
flagelados surcando el micromundo
bacterias precoces madres de todas las bacterias
de esa fuerza viva porfiadamente instalada
en una nueva dimensión de la materia
tan incomprendida reconozcámoslo,
había aquel entonces
océano rabiosamente azul,
salado oleaje interminable,
tiempo sin orillas,
sopa primigenia.
Nadie publicó nada en los diarios
aquel día
Nadie lo supo
hasta tres mil quinientos millones
de años más tarde
cuando la noticia llegó a oídos u ojos
de varios hombres de ciencia interesados
en cosas de misterio
y cálculos de caos.
La vida es esa fiesta gratuita
en la que no pagamos entrada
-entonces,
¿por qué plantarse a llorar en la boletería?

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